La primera jornada se suspendió por lluvia. La segunda amaneció gris y con amenaza de agua, pero a las dos de la tarde
el cielo se abrió y dejó lugar al azul. Aunque la lluvia retrase el comienzo y el cielo amague con nublarse,
mientras haya un tambor dispuesto a sonar, la calle siempre va a estar viva.
Acontinuación les comprarto una selección de imágenes.